El diseño del renovado altar mayor es obra del escultor José Luís Neira Broch, natural de Viveiro, y cuya obra es de reconocido valor. Es también el autor de las vidrieras de nuestra iglesia.
El retablo expresa a Dios Padre que con el Espíritu Santo y Jesucristo forman nuestro Dios Trinitario. La imagen del Jesucristo resucitado sigue presidiendo el retablo. Y el Padre Dios y el Espíritu Santo, en imágenes de cerámica, dan vida y recaen en el sagrario, centro del retablo, en donde Jesucristo está realmente presente en el Pan Consagrado. En torno al sagrario, rodeado de haces de luz, los cuatro evangelistas: san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan, en sus signos tetramórficos, un hombre, un león, un toro y un águila.
En un lateral, la imagen de la Virgen María, a la que llamaremos Nuestra Señora de Albeiros, rodeada de lirios y coronada con doce estrellas.
En el otro lateral, a tamaño natural como la propia imagen de la Virgen, la imagen de san Lorenzo, rodeado de llamas, significando su martirio.
Y en lo alto, como sellos que enmarcan el retablo, una Alfa y una Omega, la primera y la última letra griega que, en la tradición cristiana, se aplican a Jesucristo como principio y fin de todas las cosas.